Sobre el insomnio y otras desgracias

Y en este episodio de mil maneras de morir, en la manera número 530 les traemos, el insomnio.

¿Qué te diré? No creo que sea un secreto, el insomnio es verdaderamente un dolor irritante, máxime si eres acreedor de otro tipo de problemas como, enfermedades crónicas o luchas con situaciones psicológicas como la ansiedad, la bravura o el estrés.

Un buen sueño es parte esencial de la buena salud, se encuentra involucrado en la forma en que procesamos información, en nuestro metabolismo, y la manera en que reparamos el cuerpo. Una persona con insomnio es una persona propensa a enfermarse, a bajar su calidad de trabajo sustancialmente, y a desarrollar enfermedades psicológicas. Interviene en tus finanzas, tus relaciones humanas y tu salud. No es algo que podás darte el lujo de descontrolar. Descontrolas el sueño y es como sacar la tuerca que mantiene la llanta del carro pegada a este.

Creo que todos estamos de acuerdo entonces que el insomnio no debe formar parte de nuestro estilo de vida.

Sin embargo, si estás aquí, es probable que el insomnio lastimosamente ya sea tu realidad. No pasa nada, no incurras en preocupaciones extras. Ahorita te digo que puedes hacer por tu cuenta para comenzar a corregir esta situación. Pero primero, entendamos un poquito sobre qué es el insomnio.

El insomnio es parte de los trastornos del sueño, conocidos como “Disomnias”. Son aquellos trastornos que interrumpen tu ciclo de sueño, pero no te hacen tener conductas raras cuando duermes, estos últimos se conocen como “Parasomnias”, en esta clasificación encuentras los terrores nocturnos o las parálisis de sueños.

El insomnio puede ser clasificado en primario y secundario. Si es primario, el insomnio no tiene causa aparente y no depende de otras enfermedades, condiciones o adicciones para existir, por ejemplo, una persona adulta que ha padecido insomnio desde que era un niño. Si es secundario, lo anterior aplica, por ejemplo, una persona que empezó a tener insomnio debido a un medicamento que le han recetado.

Dependiendo de la naturaleza de tu insomnio, el tratamiento va a ser diferente. Si es severo, es probable que debas recurrir a una clínica del sueño, para que midan exactamente como se está fragmentando las etapas de tu sueño.

 Sin embargo, hay cosas que puedes comenzar a evaluar y cambiar desde ahorita.Agarra papel y lápiz y haz la siguiente evaluación:

Paso 1: Escribe desde hace cuanto has empezado a tener este problema. Anexa los síntomas que has manifestado (Irritación, cansancio, tristeza, preocupaciones constantes, sudoración excesiva, aumento de peso etc).

Paso 2: Luego escribe padecimientos que tienes y desde hace cuanto los tienes. Aquí van las enfermedades como la diabetes y las condiciones psicológicas como la ansiedad etc. Si tomas medicamento, escribe si has cambiado dosis. Si los síntomas existen después de haber iniciado el tratamiento, verifica si están relacionados a tu condición. Hazte las siguientes preguntas ¿Me han cambiado la dosis? ¿Me han cambiado la terapia? ¿Estoy experimentando otros síntomas además del insomnio? Si las respuestas son positivas, deberás hablar con tu doctor para que atienda a tus necesidades médicas o psicológicas. Algunos medicamentos producen insomnio y algunas condiciones psicológicas como la ansiedad lo producen también. Fortalece el tratamiento y reducirás el insomnio.

Paso 3: Si las causas no van por ese rumbo, es hora de observar tu fuente y uso de energía. Contesta las preguntas abajo y sigue las recomendaciones que apliquen a tu caso.

1. Tu rutina de actividad-descanso: ¿Alguna vez has visto a una mamá que permita que su bebé de 5 meses se duerma a una hora un día y a otra hora el día siguiente? Exacto, jamás verás eso, porque un bebé sin rutina es un terror para una madre. Lo mismo con tu cuerpo. Tal vez no exactamente así, pero la misma lógica aplica. Un cuerpo acostumbrado a levantarse todos los días a la misma hora, a tener el mismo horario de trabajo, ejercicio y sueño, es un cuerpo que sabe en que momentos se necesitará energía de él y en que momentos descansará. Entonces las hormonas involucradas en este proceso saben qué esperar de ti y cuándo hacerlo. Hazte las siguientes preguntas con respecto a la aparición de los síntomas:

¿Has dejado de hacer ejercicio? ¿Has dejado de trabajar? ¿Estás trabajando más allá de tu horario de trabajo acostumbrado? ¿Te estás levantando a horas diferentes constantemente? ¿Estás comiendo a las mismas horas?

Si la respuesta es sí, entonces necesitas darle rutina a tu cuerpo, si no se la das, vas a desordenar la forma en que tu cortisol trabaja, y cuando esta hormona sale de balance, causa que tu cuerpo se encuentre estimulado aún si está cansado, impidiendo que concilies el sueño.

Recomendación: Asegúrate de dormirte y sobre todo, a despertarte a la misma hora todos los días. Esto ayuda a que tu cortisol se organice. Deja de realizar tareas complejas en la noche, estas necesitan mucha energía y cuando acabas de realizarlas le toma al cuerpo mucho tiempo para calmarse, impidiendo que te duermas. Sobre todo, dale rutina a tu cuerpo.

2. Tu comida: Tu comida es la gasolina de tu cuerpo. Si constantemente trabajas sin gasolina o sin gasolina de calidad, tu cuerpo se estresa y desgasta tu uso de insulina, misma que no se repone hasta en la noche. Un error en la forma en la que comes en la mañana te genera problemas todo el día. Para influenciar en tu hora de sueño, debes asegurarte de comer nutritivamente, y sobre todo que cuando desayunes, sea un desayuno compuesto de alimentos que te den energía a largo plazo no a corto plazo, de lo contrario si tu cuerpo consumió poca energía de tus alimentos, va a recurrir al azúcar en tu sangre y te va a dejar sin recursos para el resto del día . Carbohidratos simples como cereales azucarados o arroz, van a causar que te de hambre muy rápido, lo que te puede llevar a experimentar casos de hipoglucemia y andar todo el día usando gas de reserva.

Recomendación: Asegúrate que tu desayuno o la primera comida que hagas en el día lleve suficiente proteína, grasa saludable y carbohidratos compuestos. No te vayas a la cama con hambre, porque aunque es probable que te duermas, es también probable que tu cuerpo te despierte en la madrugada y te cueste volver a dormir. No consumas estimulantes o bebidas que interrumpan tu sistema nervioso, como el café, el alcohol o bebidas azucaradas.

3. Tu ejercicio: El ejercicio revitaliza el cuerpo, cuando no haces ejercicio tu cuerpo se estresa. Sin embargo, cuando haces ejercicio muy cerca de tu hora de acostarte, es como si te tomaras una espresso doble. Le estás dando energía a un cuerpo cansado que desea dormir. Las consecuencias entonces son problemas de sueño como el insomnio.

Recomendación: Si no tienes una rutina de ejercicio, inicia una. No tiene que ser una rutina muy compleja. Si tu cuerpo no está acostumbrado al ejercicio, cualquier cosa, por pequeña que sea, te lo va a agradecer. Puedes salir a caminar todos los días 15 minutos. Y luego crecer desde ahí.

Si ya tienes una rutina de ejercicio, asegúrate de no estar ejecutándola en la noche, hazla en la tarde, por lo menos mientras corriges tu insomnio.

Incorpora ejercicios de relajación como el yoga o ejercicios de relajación progresiva de la escuela psicológica del CBT. Si quieres usa nuestros tutoriales gratuitos, YOGA, RELAJACIÓN PROGRESIVA, para que te guíes con mayor facilidad.

Al final de tu evaluación observa si las recomendaciones aplican a tu caso, de ser así es probable que hayas encontrado tu causa, especialmente si coinciden con la aparición de tus síntomas.

Prueba con estas tres recomendaciones de tu uso de energía y observa los cambios, si los síntomas persisten es hora de hacer que tus síntomas sean evaluados por un profesional para que se este mismo quien te haga un diagnóstico diferencial. Puede ser que tengas una condición médica que necesite ser tratada, o una condición de origen psicológico.

La mayoría de los casos de insomnio suelen ser secundarios. Si las causas son estrés, ansiedad o depresión, es más rápido ir a donde un profesional para ayudarte. Sin embargo, en el segundo capítulo de esta serie de insomnio, te daré ejercicios psicológicos que puedes comenzar a implementar por tu cuenta, cuando la causa primaria se tratara de origen psicológico. Por lo pronto, en esta ocasión quedamos hasta acá. Te deseo un excelente día. No te olvides que constantemente ofrezco auditorías rápidas e intensas de psicología para ofrecerte un plan de acción a un problema específico que tengas, puedes contactarme con el botón de abajo.

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